viernes, 29 de agosto de 2008

Cicatrices

Hay recuerdos que no se borran ni con easy off, varias veces he tenido accidentes medio sangrientos y algunos de ellos, me han dejado cicatrices.

Una vez estando de vacaciones por acá, cuando tenia como seis o siete años, me subí jugando a una barda con Gaby -una niña vecina de mi abuela- y al llegar a mero arriba, me resbale y no contento con eso, caí de pura barbilla y provocando un reguero de sangre por todos lados, en especial en mi camisa, mi papa y mi mama, salieron corriendo y mi madre se puso histérica, por suerte mi tía, la esposa de mi tío Sender Ed es enfermera -era, ya se jubilo- y mi padre que en ese tiempo tenia un bocho, me llevo rápidamente al hospital –era ahora es cantina- donde ella trabajaba, el resultado de esto fue que me tuvieron que coser cuatro o cinco puntadas y me dejo una cicatriz que si no se fijan bien ni se nota.

Gaby que se caso con un cuñado de mi primo Sender Axel, dice que no se acuerda del accidente, en ese tiempo yo le llevaba un año, ahora resulta, que según ella, que le llevo tres.

Próximamente: Accidente sangriento, jugando policías y ladrones.

4 comentarios:

  1. tas wey, yo no me casé con tu vecina, ni soy tu primo, brincos dieras!

    ResponderBorrar
  2. cuando tenia 1 año mi abuela me regalo pato de madera con rueditas... el cual fue a terminar enterrado en mi barbilla... digan no a las abuelas

    ResponderBorrar

Yo no soy mamón, pon lo que quieras.