miércoles, 17 de marzo de 2010

La Batalla

Anoche estaba yo muy tranquilo, fumándome mi último cigarro del día en la cochera de la casa, cuando sentí que algo se movía en el interior de mi pans y al moverme, claramente sentí un piquete de insecto en el lado izquierdo de mi pierna derecha a un lado de la rodilla, entonces sacudí la pierna rápido y salió volando la culpable de este infortunio… Una abeja… Entonces empezó la lucha entre el hombre y la bestia alada.

Al ver que la abeja se volvía acercar a mí, rápidamente le avente el humo del cigarro en plena cara, la abeja enfurecida y con los ojos rojos, llenos de rabia, contra ataco y quiso picarme de nuevo en la oreja derecha, yo con un movimiento parecido al de Jean Claude Van Damme, brinque y con un giro de 360 grados latitud sur, golpee a la abeja con la pierna que me quedaba sana en plena mandíbula, entonces esta cayó al suelo y la pise con mi calcetín blanco, y fue ahí cuando la abeja asesina chingo a su madre.

En estos momentos todavía tengo inflamada la pierna, pero con saliva y buenos cuidados se que pronto sanara.

5 comentarios:

  1. yo creo que la historia está tocada para hacer parecer a la abeja como la agresora. el único modo de matar una abeja es llegarle por la espalda y cortarle el cuello con un cuchillo.

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  2. CUANDO SEA GRANDE QUIERO APRENDER A PELEAR CONTRA LAS ABEJAS

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  3. Pobre calcetín que culpa tuvo que hacer el trabajo sucio........
    snif snif!
    ojalá esté en la lavadora.
    je!

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Yo no soy mamón, pon lo que quieras.