miércoles, 22 de octubre de 2008

Historia sin fin

Hace unos años participe en un torneo de tenis, donde primero, me toco jugar con un wey que entro muy salsa a la cancha, y pues el bato le hecho todas las ganas y yo como era bien reata, me lo chingue, y así siguió la cosa, luego me toco un señor ya grande y en una jugada, se me atoro el pie y como era alfombra, primero di dos vueltas en el aire y aterrice como costal de papas, a consecuencia de la caída, me raspe toda la rodilla y se me hizo una rueda de sangre, a pesar de todo seguí jugando, entonces, que se me vuelve a atorar el pie pero como soy shinobi (Diría el Cadáver) esta vez, no me caí pero los tenis que eran Adidas, se me rompieron y de todas maneras seguí jugando, claro todo esto le dio cierta ventaja al señor... Como ya me voy a mi casa, luego les cuento el final.

3 comentarios:

  1. Pinche ruco mamon... si era un viejo, entonces eras tu mismo...

    Por cierto gracias por el post, ya te respondi el favor como podras ver, y adivina que? ya encontre el blog de tu amante la princesa momificada...

    Saludos

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  2. Parece que Chayo tiene una fijación bien canija con la princesa...

    En fin, cada quién.

    Ah! Sender!:

    a eso de dejar las cosas a medias en mi pinche pueblo le llaman 'coitus interruptus'... y dicen que es nocivo pa' la salus pisicológica...

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  3. Chayo:

    Creo que si te gusta.

    Greg:

    Lo mismo pienso yo.

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Yo no soy mamón, pon lo que quieras.