jueves, 4 de septiembre de 2008

Ceremonias

Me revientan las reuniones, mas, si son de entrega de algún premio, ayer nos entregaron un premio de productividad, eso es bueno, lo malo son los actos que son previos a la entrega.

El primer discurso vino de el jefe, que nos leyó una felicitación por parte de las grandes cabezas de la empresa ¿ya saben no? Mucho -vamos bien, adelante, México, ra, ra, ra, etc, etc, bla, bla, bla- y luego pronuncio su propio discurso -eso es todo muchachos, esto lo ganamos gracias a ustedes, es valiosa su labor, bla, bla, bla- después le toco su turno al líder sindical, pero aquí, si es otra cosa, en estos sujetos, es asombroso lo mucho que pueden hablar sin sentir la tentación de pensar, asi después de una hora y media de tonterías, por fin nos entregan nuestro cheque, que era lo verdadero importante.

1 comentario:

Yo no soy mamón, pon lo que quieras.