Feo recuerdo del 85

Estaba yo estudiando administracion en la capital del estado y vivía en la casa de un tío temeroso de dios (mi tío, no yo) la clase de historia como siempre, por demás interesante, yo la escuchaba atentamente tomando mi primer café del día y mirando por la ventana pasar a, Sandra Brun la guera de pedagogía que mas me gustaba bueno, después de Alicia, Verónica y Guillermina.

Cuando empezó la movida, el Maestro Aguayo que ya cruzaba los 198 años de edad -Creo fue testigo de cuando El Pipila escogía la piedra para visitar la alhóndiga de granaditas- Pausadamente pidió calma a la concurrencia, y cuando se dio cuenta de que empezaba a temblar de nuevo, grito viva mi sobrino Miguel Hidalgo y salio corriendo del salón de clases, yo fiel a mi tradición me quede sentado viendo a todos correr -La confianza venia de que estaba sentado bajo una columna y una trabe lo cual así casi imposible que algo me sucediera- Fui testigo de cómo dos weyes de Derecho, se brincaban desde el segundo piso de su facultad, de cómo la tribu de mujeres que se encontraban en el baño, salían despavoridas, una incluso mojada de pies a cabeza pero lo mas feo fue que, la pobre de Sandra empezó a correr y cruzo una jardinera llena de cactus y nopales, cuando ya todo mundo se tranquilizo, ella estaba llena de rasguños y como era muy blanca parecía que se había peleado con un pinché gato, hasta en la cara tenia marcas pobre se veía horrible.

Y pues así es, tengo un muy feo recuerdo del temblor del 85 ese día, me dejo de gustar Sandra.